Los dramáticos problemas del país se van agravando día a día, las perspectivas de futuro son complicadas por la incoherencia interna del elenco gobernante y el avance de ideas equivocadas en áreas clave de la conducción, las actitudes incoherentes del Gobierno presagian momentos muy difíciles.
La alianza electoral Cambiemos ha permitido la pluralidad política, en pos del fortalecimiento de la organización partidaria, para competir fortalecida en el 2023, pero para que no se diluyan estos aspectos positivos, es preciso que ellos no afecten la imprescindible unidad interna. Debe ser una fase que dé lugar a la acción mancomunada de todos, en procura del objetivo inmediato que son las elecciones y lo más importante, la recuperación de la Argentina sobre bases republicanas y capitalistas.
También, el sector político liberal y sus líderes, deben entender que el enemigo no está adentro sino afuera y es un enemigo común, dejar los enfrentamientos que hacen daño y retrasan su avance, la anarquía lleva siempre a la disolución.
A unos y otros, les convendría aprovechar el desmanejo del Gobierno actual para fortificarse, sin dejar de prestar atención al empeño de Cristina Kirchner en alejarse de la democracia liberal, en pos de hacer el campo propicio para someter a la ciudadanía a una dictadura.
VIRAJE ALBERTISTA
El alejamiento de las democracias occidentales, hizo posible el deterioro político, económico y tecnológico de los últimos años. El viaje del Presidente a EE.UU. fue lamentable, sus discursos desafiaron estéril, e incoherentemente, la política pro-occidental, colisionaron con la responsabilidad y la defensa de los valores que nos han permitido, a lo largo de nuestra historia, existir como Estado, y que una vez más nos podrían ayudar a remontar la vorágine de medidas anticapitalistas y antidemocráticas. La insistencia en un acercamiento a Cuba, Nicaragua y Venezuela, producto de una vocación anti-occidental, que aglutina a nacionalistas y socialistas en su odio tenaz al capitalismo, resulta desubicada. Esa postura se basa en una actitud ideológica, se presenta a esos países como víctimas de los EE.UU., sin referirse a lo que realmente ocurre con respecto a los derechos humanos, que en dichos países no existen.
La oposición debe tratar estos temas, apartar las cortinas que no permiten pasar la luz de la información verdadera, si es que deseamos que el sistema democrático prenda no solo en nuestro país, sino también, en toda América Latina. No se puede dejar solas a personas atrapadas en estados totalitarios, la política exterior debe ser acorde a la política interior, se debería ayudar a que se tenga en el mundo, una apreciación clara y honesta de lo que allí ocurre.
Esta clase de errores son una constante en nuestro país, basta con recordar, cuando el entonces presidente Alfonsín, concedió préstamos a bajas tasas de interés a Nicaragua, los cuales ayudaron a consolidar a los comunistas, quienes a la caída del dictador Anastasio Somoza Debayle, se apoderaron del gobierno. Le restaron posibilidades a la democracia, en contra de la política de los EE.UU., favorecieron los intereses de la URSS y Cuba, que apoyaban. Una vez más, se mostró, como ahora en la Argentina, la inconsistencia de nuestra política exterior; los radicales tendrán que definir, claramente, si hubo un cambio realista en sus ideas y percepción del mundo.
Habría que obligar a la oposición a definirse, como lo está haciendo el sector liberal, tienen que expresar, con claridad, que harán si llegan al gobierno. Los radicales, los peronistas democráticos y las fuerzas de izquierda ¿continuarán con las formas autoritarias estatales e inflacionarias que prevalecieron por décadas en el país bajo gobiernos civiles y militares?. ¿O se manejarán con las ideas liberales conforme a la Constitución?. ¿Desean seguir manteniendo a un Estado que confisca la renta de trabajadores, empresarios y profesionales?. He aquí, la cuestión.
INFLACIÓN INSUFRIBLE
El mal gobierno actual nos acerca al 100% de inflación anual, se está desbordando a niveles insufribles. El cambio del que se ufana Sergio Massa es puro bluff, si aquí y en el exterior se le da alguna consideración, es porque se ha decidido, al menos, hacer algo para reducirla, sin embargo, las medidas no están dirigidas a preparar una reforma global que termine con un sistema dirigista y estatista, se estrellan, además, con las instrucciones de la vicepresidente y la necesidad de aportar votos en el 2023.
Estamos prisioneros de un clima derrotista que nos hace daño, al cual deseamos superar pero sin crear las condiciones para hacerlo. El equipo de funcionarios no ofrece el perfil adecuado para enfrentar el torrente de hechos negativos, no pueden llenar con realizaciones ningún espacio de la realidad, se carece de dirigentes adecuados en las filas del partido gobernante.
Esta crisis, es de hombres y de ideas, la falta de idoneidad y la apuesta kirchnerista a un sistema agotado, en crisis, causante de inflación, desocupación y pobreza, nos dirige, como por un embudo, a un terrible fracaso.
No pasa desapercibido el interés del Gobierno por ocultarlo a través del control de la información, se ve claro en los discursos, a menudo, hasta por cadena nacional, se ataca a los medios y periodistas opositores.
El avance del abuso del poder político sobre la esfera privada está haciendo sentir a la gente desprotegida, de forma sutil, pero no por ello menos grave, se está limitando la posibilidad de la crítica, impidiendo el fortalecimiento de las fuerzas políticas de oposición y la aparición de nuevas, que hacen a la alternancia del poder. En un intento por manipular a la opinión pública, mediante patrañas, están creando un clima artificial, conducente a la exacerbación de los ánimos por supuestas, o extrañas maniobras, tendientes a desestabilizar a la actual Administración.
ADIOS A SARMIENTO
La toma de colegios muestra la indisciplina, y claramente, el abandono de la educación sarmientina; se han inculcado valores, no necesariamente aceptados por la mayoría, pero a la que se ven expuestos jóvenes y adultos, con el fin de influir en la formación espiritual y cultural, contribuyen a la adquisición de la doctrina estatista y a sus fines demagógicos.
Es preocupante esta embestida al orden de la libertad, y a medida que se permita consolidarla, la democracia se convertirá en una formalidad, destinada solo a dar legitimidad electoral a gobernantes no democráticos.
El fracaso del kirchnerismo produjo un sacudimiento político, debería servir para lanzar una reforma que rompa con todo el esquema que se viene desarrollando hace décadas. En el peronismo democrático y en el radicalismo, hace años que se ha roto la inflexibilidad de la similar doctrina partidaria, desde las reformas del ex presidente Menem, esa doctrina, para muchos, es una cascara vacía. Hay que ver hasta qué punto lo es, para que no obstruya el cambio necesario; lo importante no es anunciar una reforma que termine con los problemas más acuciantes, sino que se explicite su naturaleza. Ya no se puede jugar, el aparato productivo del país ha quedado semiparalizado por un sinnúmero de disposiciones incorrectas. No se puede aguantar pasivamente esta situación, la oposición y los productores tienen que alzar la voz y mostrar las fallas de esta política empobrecedora.
El próximo gobierno, si desea tener éxito, deberá actuar, no como consecuencia de la necesidad sino por convicción, dejar de gobernar por métodos coercitivos y represivos como siempre sucede cuando se prescinde, aunque sea a medias, del Congreso y del Estado de Derecho. Debemos dejar de estar supeditados a la voluntad y capricho de los funcionarios. La reforma debería organizar una verdadera economía capitalista, que libere todos los mercados, suprimiendo regulaciones y controles, abriendo a la actividad privada todos los campos hoy monopolizados o intervenidos por el Estado.
Se debe regresar, como predican los candidatos liberales, a la Constitución alberdiana, que no es vieja, como certifica Cristina Kirchner, sino, como lo fue para la generación del 80, el puntapié inicial que espera el futuro progreso.
LIBERACION O SERVIDUMBRE
En síntesis, Argentina necesita un orden jurídico contrario a toda arbitrariedad, con los derechos civiles como límite, y un orden económico que no lo invalide, interdependiente. La condición previa para aceptar una intervención estatal es que acepte la naturaleza del mercado, que no interfiera en la competencia.
En la próxima contienda electoral, tendremos que decidir con nuestro voto, si deseamos que se libere la energía individual de los argentinos, o seguir siendo siervos del Estado, no se tienen que aceptar generalidades, se debe ir, como dicen en el campo, a los bifes. No habrá arte de magia, después de las elecciones solo un plan liberal que tenga consenso, permitiría dejar de dilapidar el dinero de los contribuyentes, respetar las libertades individuales e ir por un camino donde los reclamos legítimos puedan ser escuchados, solucionados, o al menos morigerados.
El progreso será consecuencia natural del orden social establecido, si no se abandona el concepto de libertad como principio rector y fuerza alentadora. Ella, nos permite la posibilidad de realizarnos, por ello es considerada como la garantía del individualismo.
* Elena Valero Narváez es historiadora, analista política y periodista. Miembro de Número de la Academia Argentina de Historia y Miembro del Instituto de Economía de la Academia de Ciencias Morales y Políticas. Premio a la Libertad de Fundación Atlas 1853. Autora de “El Crepúsculo Argentino”, publicado por Editorial Lumiere en 2006.
El presente artículo fue publicado en La Prensa de Argentina.
Leer más artículos de la misma autora:
- Argentina: Juventud, divino tesoro – por Elena Valero Narváez April 21, 2023
- Argentina: No todos los caminos conducen a Roma – por Elena Valero Narváez March 29, 2023
- Opinión: Hayek y Mandeville, autor de “La fábula de las abejas” – por Elena Valero Narváez March 1, 2023
- Opinión: Adam Smith y la pobreza – por Elena Valero Narváez February 1, 2023
- Argentina: La aventura de la libertad – por Elena Valero Narváez December 21, 2022
- Argentina: Una época de crecimiento prolongado – por Elena Valero Narváez December 7, 2022
- Argentina: En 2023, ¿otra oportunidad? – por Elena Valero Narváez November 22, 2022
- Argentina: Antón pirulero, cada cual atiende su juego – por Elena Valero Narváez November 8, 2022
- Argentina: Se oscurece el camino – por Elena Valero Narváez October 12, 2022
- Argentina: La guerrilla aún nos divide – por Elena Valero Narváez September 28, 2022