Jair Viana

Opinión: Las leyes no son un bien público – por Jair Viana

Durante mis clases de micro, macro y economía institucional, siempre surgía la cuestión de los bienes públicos. Y el clásico ejemplo de un bien público que usaban los profesores, era el de las leyes, pues sostenían que las leyes son un bien público. Sin embargo, nunca he estado de acuerdo con eso. Veamos.

Un bien público se define generalmente como un bien que es no rival y no excluible, lo que significa que no se puede excluir a las personas de su uso y que el consumo por parte de una persona no disminuye la cantidad disponible para otros. Por otro lado, las leyes se refieren a un conjunto de reglas y regulaciones que se aplican a todos los ciudadanos y que establecen el marco legal y normativo para el funcionamiento de una sociedad. En principio, ningún ciudadano “parecería” estar excluido de la ley, y ninguna ley será rival con otra.

Usemos el método matemático de demostración por contrarrecíproca para probar que LAS LEYES NO SON UN BIEN PÚBLICO, el cual consiste en probar que si una proposición es de la forma “Si A entonces B”, su contrarrecíproca es de la forma “Si no B entonces no A”. Si se puede demostrar que la contrarrecíproca es verdadera, entonces se puede concluir que la proposición original también es verdadera, de lo contrario, la proposición en falsa. De este modo, si las leyes son un bien público, las leyes son no rivales y no excluyentes; si esto no se cumple, entonces las leyes no son un bien público –los liberales si usamos las matemáticas–.

Un ejemplo de dos leyes que pueden entrar en rivalidad podría ser una ley que prohíbe la discriminación laboral basada en la edad y otra ley que establece un límite de edad para la jubilación obligatoria en una determinada profesión. En este caso, las dos leyes podrían entrar en rivalidad si un trabajador mayor se ve obligado a jubilarse por ley a pesar de que todavía puede desempeñar su trabajo de manera efectiva, lo que podría ser considerado, asimismo, una discriminación laboral basada en la edad.

Ahora la segunda condición. Un ejemplo de dos leyes que se excluyen entre sí, sería una ley estatal que legaliza el uso recreativo de la marihuana y una ley federal que la prohíbe en toda la nación. En este caso, la ley estatal y la ley federal tienen disposiciones opuestas que se excluyen entre sí. La ley estatal permite el uso recreativo de la marihuana en la jurisdicción del Estado, mientras que la ley federal la prohíbe en todo el territorio, lo que significa que las personas que cumplan con la ley estatal están violando la ley federal. Además, la ley federal establece que la marihuana sigue siendo una droga controlada, lo que significa que se considera una droga peligrosa y sin uso médico reconocido, mientras que la ley estatal podría permitir su uso para fines médicos.

Hemos verificado por demostración por contrarrecíproca que LAS LEYES NO SON UN BIEN PÚBLICO, pues no cumplen las condiciones de no exclusión y no rivalidad. Así, que cuando tus profes usen este ejemplo o un político te diga que las leyes son bienes públicos, sabrás que te están mintiendo.

Recuerdo que la primera vez que leí este método de la lógica matemática en el análisis económico fue con Murray Rothbard, quien lo empleó para demostrar que los impuestos son un robo. Según él, cuando el Gobierno obliga a los ciudadanos a pagar impuestos, está tomando una parte de su propiedad privada sin su consentimiento y sin compensación voluntaria, lo que equivale a un acto de robo… pero eso es arena de otro costal.

* Jair Viana es Director de Investigación de Libertank en Colombia. Es analista económico y financiero, y columnista en distintos medios, con estudios especializados en políticas públicas, crecimiento económico y estabilidad. Tiene amplia experiencia en gestión de activos, planificación financiera y macroeconometría.

El presente artículo fue publicado en El Bastión, de Colombia.

 

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