Argentina: La dolarización como la pócima mágica – por Roberto Cachanosky
El debate sobre el cambio del régimen monetario debería dividirse en dos partes: su conveniencia y la posibilidad de llevarlo a cabo.
El debate sobre el cambio del régimen monetario debería dividirse en dos partes: su conveniencia y la posibilidad de llevarlo a cabo.
A 34 años del 6 de febrero de 1989 cuando una decisión del Banco Central dio paso a la hiperinflación. Había fracasado un modesto plan de estabilización instrumentado el 2 de agosto de 1988 para llegar a las elecciones anticipadas de mayo del año siguiente. En qué consistía la “nueva” estrategia.
Los dólares soja I y ahora la versión II a $230, se compraron con pesos que emitió el BCRA. En el primer tramo se compró a $200 y se vendió a $160, generando una pérdida que tuvo que absorber el BCRA. Ahora, se proyecta un movimiento similar, que afectará la ya complicada situación patrimonial del Central.
La tasa efectiva anual de política monetaria que fija el BCRA pasó de 64,5% anual en enero de 2020 a 98,6% anual desde el 11 de agosto. Contener la inflación anclando el tipo de cambio con tasas de interés crecientes, siempre termina mal.
Es bastante obvio que la pirueta contable que hizo el Banco Central de la República Argentina el último día de mayo, sirve para darle margen para seguir emitiendo, para financiar a un Tesoro que no logra financiar con impuestos todo el populismo que lleva adelante.
Corregir el desmadre fiscal va a ser una tarea titánica para el próximo gobierno, si es que no salta todo por los aires antes, porque a decir verdad, la gestión de Alberto Fernández parece esmerarse en tratar de pisar el campo minado que sembró.
Escuche el artículo completo: Todo parece indicar que cada vez se impone más la idea de hacer una reforma monetaria para volver a tener moneda y terminar con los períodos de alta inflación a los que estamos sometidos. Salvo el actual oficialismo que cree que puede seguir aplicando el impuesto inflacionario eternamente y no advierte