La idea de que Colombia pueda liderar la lucha contra el cambio climático es definitivamente delirante. La economía colombiana toda podría desaparecer mañana y eso no tendría efecto alguno en el “calentamiento global”.
En teoría, el mundo se encamina a una rápida transición energética. La premisa es que el consumo de combustibles fósiles, petróleo y gas, representa una catastrófica amenaza para el planeta y la civilización. ¿A qué costo? La primera regla de la economía es que todo lo que queremos tiene costo. La primera regla de la política es ignorar la primera regla de la economía.
Uno de los temas protagónicos de Davos 2023 será el cambio climático. No habrá mención de datos que muestran que el riesgo de morir por un evento climático es una pequeña fracción de lo que era hace un siglo. Otro tema central es la crisis por “el aumento en el costo de vida”, eufemismo para referirse a la inflación, provocada por las mismas élites que discutirán sus graves consecuencias.
En COP 27 el tema ya no es el clima o cómo reducir la contaminación ambiental, sino repartir, redistribuir y pagar trillones a burocracias y activistas. En nombre del cambio climático se busca imponer medidas y regulaciones que sólo pueden provocar más burocracia, miseria y pobreza.
Una de las propuestas de Petro que probablemente atrajo el voto de muchos jóvenes fue convertir a Colombia en “líder en la lucha contra el cambio climático. ¿De dónde propone importar hidrocarburos? Nada más ni nada menos que de Venezuela. La ruina y la dependencia energética para Colombia.
De cara a las elecciones presidenciales 2022 en Colombia, Julián Parra, conductor de Nocturna RCN, entrevistó al Dr. Luis Guillermo Vélez, economista, acerca de los grandes peligros de caer en un gobierno con propuestas económicas populistas.