Fritz Thomas

Toreando el dinero – por Fritz Thomas

El Banco de Guatemala (Banguat) es el gorila de 800 libras en la habitación, la economía del país, especialmente en el sector financiero. ¿Qué hace un gorila de 800 libras en la habitación? Lo que él quiera, los demás tienen pocas opciones, o medios para oponerse a su fuerza y poder. Tiene capacidad para afectar la tasa de interés, el tipo de cambio y la cantidad de dinero en circulación. Quizás la función más importante del Banguat, su ancla, es la estabilidad en el nivel general de precios, en cuya procuración hace diversas acrobacias.

La inflación, el aumento en el nivel general de precios, guarda una relación causal cercana con aumentos en la cantidad de dinero en circulación. Cuando la cantidad de dinero en circulación aumenta a un ritmo marcadamente superior a la producción de bienes y servicios, hay más dinero, pero no más bienes; los precios aumentan. La inflación es una plaga para la sociedad; entre otros efectos, destruye los ahorros, reduce los salarios reales e inhibe la inversión. Suele referirse a la creación de dinero como “la maquinita”; la realidad es que el dinero en efectivo, el numerario, es solo una fracción del dinero en circulación, cuya principal fracción restante está compuesta por el “dinero” depositado en el sistema bancario, asientos contables. Ante la pandemia y con autorización del Congreso, el año pasado el Banguat le “prestó” Q7 mil millones al Gobierno, en efecto creando esa cantidad de dinero, no en billetes, sino acreditando sus cuentas en el banco.

Las herramientas principales que tiene la JM y el Banguat son las operaciones de mercado abierto (OMA) y la compraventa de US$ dólares. Las OMA se articulan principalmente con operaciones de “neutralización de liquidez”, la subasta de depósitos a plazo. Por ejemplo, el Banguat convocó a una subasta el 16 de marzo, ofreciendo depósito a plazo con diferentes fechas de vencimiento por un total de Q5,200 millones. Los principales compradores de estos depósitos a plazo son los bancos, que “colocan” sus excesos de liquidez con el Banguat y perciben interés. Con estas operaciones, el Banguat “recoge”, esteriliza o neutraliza dinero y lo “guarda”, de manera que no circule. El balance general del Banguat al 31 de enero 2021 registra un saldo de Q61.8 mil millones en títulos del banco central, que representa un aumento de 137% respecto del mismo mes en 2016 y 26.1% respecto del 2020.

Generalmente se aplaude el crecimiento en las remesas del exterior que ingresan al país; US$11.34 mil millones en 2020, un aumento de 7.9% sobre 2019. Cuando el Banguat compra US$ dólares en el sistema y acumula reservas, “inyecta” quetzales, cuando vende US$, retira quetzales. Las reservas internacionales del Banguat a febrero 2021 ascendían a US$18,374 millones, un aumento de 20.86% sobre febrero 2020. Más remesas significa no solo más dólares, sino más quetzales en circulación, haciendo presión sobre el nivel de precios.

El balance del Banguat crece a un ritmo que llama la atención. Al mismo tiempo, según datos publicados en su página web, la inflación interanual en febrero fue de 6%, tasa que no se veía desde 2011. La estabilidad macroeconómica es quizás preferible a otros escenarios, pero no viene sin costo, principalmente por la vía de la distorsión en la economía. Tanto la tasa de interés como el tipo de cambio en Guatemala se ven fuertemente influenciados por las operaciones del banco central. Esto es producto, esencialmente, de pensar que los técnicos monetarios saben más que el mercado, que, en algún plazo, mediano o largo, podría resultar no ser así.

* Dr. Fritz Thomas, Ph.D., es Doctor en Economía por la Universidad Francisco Marroquín (UFM) de Guatemala y profesor de la misma casa de estudios.

El presente artículo fue publicado en Prensa Libre de Guatemala.

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