Fritz Thomas

Guatemala: Enseñadita de músculo – por Fritz Thomas

Una muestra de fuerza es una operación cuya intención es advertir o intimidar al adversario, demostrando una capacidad y voluntad de actuar ante una provocación. La teoría de la disuasión se refiere al estudio y práctica de cómo amenazas, o el uso limitado de fuerza de uno, es capaz de persuadir a otro de inhibirse de realizar alguna acción. La capacidad de la acción disuasiva depende de la credibilidad de la amenaza o muestra de fuerza. El objetivo de disuadir es evitar acción, a diferencia de compeler, que persigue obligar a actuar de cierta manera; ambas son formas de coerción. Como regla general, es más fácil y menos costoso disuadir que compeler.

Con vista de tablero, la manifestación de los maestros el pasado jueves encabezada por Joviel y el Sindicato de Trabajadores de Educación (STEG) de Guatemala fue una muestra de fuerza disuasiva que al mismo tiempo tuvo el efecto de compeler. En palabras del dirigente sindical, demostró que “ay de aquel que se trate de meter a hacernos pedazos nuestros derechos mínimos, que aquí está el magisterio organizado”. El momento es altamente oportuno y simbólico; qué alegre el ejercicio democrático y tanto candidato, pero no olviden quién tiene el garrote y les puede hacer la vida placentera o difícil. Docentes del sistema de educación pública anunciaron el miércoles 3 que las clases serían suspendidas el jueves 4, debido a que participarían en asambleas y manifestaciones. En muchas escuelas, la suspensión de clases fue de tres días; desde el miércoles 3 por ser día del albañil hasta el viernes inclusive. Sin preguntar o pedir permiso; miles de estudiantes quedan sin clases, y punto. Los derechos de los sindicalistas tienen primacía sobre los de los estudiantes. Los manifestantes dominaron las calles y marcharon al Congreso, donde fueron cordial y dócilmente recibidos por dirigentes parlamentarios; esa es una demostración de fuerza.

Luego de la reunión, Joviel dio a conocer los “acuerdos” a los que llegaron con los dirigentes del Congreso. Inconforme con una iniciativa de ley, anunció que “no queda engavetada ni archivada. No. Queda sin efecto”. Eso es compeler; una enseñadita de músculo. Suspensión de clases y manifestación bastaron para poner en orden al Congreso a obedecer sus deseos.

Un candidato presidencial por casualidad se “encontró” con la manifestación y aprovechó para estrechar la mano y recibir expresiones de simpatía de algunos manifestantes; todo registrado y promovido en redes. A Joviel no le pareció; circula un video en el que, micrófono en mano, arenga al candidato y a sus compañeros sindicalistas que se tomaron fotos con él, con encendido vocabulario que no debe emplear adulto en presencia de niños, menos un maestro y dirigente sindical en una manifestación pública. La forma de ver el mundo del STEG se hace evidente al visitar su portal en internet y página de Facebook; de portada exhibe el icónico afiche del Che Guevara. Esta es la cara que escoge mostrar. La reciente muestra de fuerza montada por los maestros sindicalistas fue una operación de bajo riesgo; mucho por ganar y nada que perder. Fortalecieron su imagen como potencia intocable con capacidad de choque disruptivo y en cuestión de horas lograron con facilidad su objetivo declarado. Funcionarios de Gobierno no osarían enfrentarlos y, menos aún, políticos en plena campaña.

Es poco lo que se pueda hacer por mejorar el sistema de educación pública mientras esté bajo el control de los sindicatos y la burocracia. Maestros y sindicalistas, por un lado, padres de familia y alumnos por el otro, tienen intereses e incentivos diferentes. Queda claro quién manda.

* Dr. Fritz Thomas, Ph.D., es Doctor en Economía por la Universidad Francisco Marroquín (UFM) de Guatemala y profesor de la misma casa de estudios.

El presente artículo fue publicado en Prensa Libre de Guatemala.

 

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