Colombia: La igualdad y los deberes del Gobierno – por Luis Guillermo Vélez
No hay forma de hacerle entender a este gobierno que la desigualdad se combate con más libertad económica, no con menos.
No hay forma de hacerle entender a este gobierno que la desigualdad se combate con más libertad económica, no con menos.
El presupuesto de la Policía es ridículamente bajo: 13 billones en total. Decir que una suma equivalente al 10% de ese presupuesto se destinará al subsidio de 100.000 pandilleros, es un despropósito en cualquier sentido, pero, sobre todo, una humillación para los verdaderos gestores de paz: los policías de Colombia.
La gente sin formación tiende a considerar la economía de mercado como un caos. Está lejos de ser obvio que una economía donde los agentes toman sus decisiones de producción y consumo de forma independiente y en función de su propio interés lleve a una disposición eficiente de los recursos. Al contrario, la gente tiene predisposición mental hacia el dirigismo económico.
La fijación de un salario mínimo legal (SML) es mala política económica. La legislación sobre salario mínimo perjudica a los trabajadores no calificados a los que pretende favorecer y tiene efectos macroeconómicos negativos.
Finalmente Hidroituango entró en operación comercial, a pesar de Quintero y gracias al gerente de obra, William Giraldo Jiménez, a su equipo de trabajo y a los denostados contratistas que están allí desde hace 10 años, enfrentando la más rastrera ofensiva política que haya padecido proyecto alguno.
La reforma tributaria de Ocampo es la más colbertiana de las que se han adoptado en las últimas tres décadas. Se parte de un gasto por financiar, y el problema consiste en cómo obtener esa suma con el mínimo descontento. O, como decía Colbert, cómo desplumar el ganso provocando el menor número de alaridos.
La vinculación emocional con las empresas nativas es un rasgo de la personalidad histórica de regiones como Cataluña y el País Vasco, en España; Lombardía, en Italia, y Antioquia, en Colombia. Esa personalidad histórica se caracteriza por la adhesión a los valores del empresarismo, el trabajo duro, el ahorro, y la responsabilidad individual. Virtudes burguesas, las llama Deirdre McCloskey.
La presentación más rigurosa de la teoría objetiva del valor se la debemos a Piero Sraffa. Curiosamente, Mariana Mazzucato no se refiere a esta obra ni a la de Gerard Debreu, que es la presentación más acabada de la teoría subjetiva. Y eso habla mal de su rigor académico.
La insania se desató con la desatinada demanda promovida por Quintero Calle contra los contratistas de Hidroituango, lo que estuvo a punto de paralizar la obra y causó enorme daño reputacional a Epm. Lo único que falta es que al presidente se le meta de nuevo en la cabeza que hay que desmantelar el proyecto.
Siendo tan ostensibles los efectos negativos de la reforma tributaria en Colombia sobre el sector petrolero, se está tentado a pensar que más que un error de cálculo, el daño que se causará es completamente deliberado.